junio 10, 2015

¿Nos ayudas a hacerles sonreír?

Tal vez estás pensando hacerte socio de Fundación Theodora para aportar tu granito de arena en la labor de llevar felicidad a todos esos niños, niñas y adolescentes que pasan sus días ingresados en un hospital. O tal vez ya nos ayudas con tu aportación puntual o periódica a lograr las sonrisas de nuestros «im-pacientes». En cualquiera de los casos, ¡tenemos muy buenas noticias!

Desde el 1 de enero de 2015 se han incrementado los tipos de deducción aplicables para las donaciones a entidades sin fines lucrativos. Pero eso no es todo, pues el incremento en 2015 será transitorio para, a partir de 2016 crecer aún más y establecerse definitivamente. Vamos a ponerte un sencillo ejemplo para que puedas comprobar que ayudarnos a dibujar sonrisas te va a costar mucho menos.

Con 150 € anuales (12,5 € mensuales), haces posible que un Doctor Sonrisa lleve felicidad, magia e ilusión a 12 niños hospitalizados. Pues bien, hasta ahora, esta aportación anual te permitía deducirte en tu declaración de la renta un 25%; por tanto ser donante de nuestra Fundación, con la cantidad indicada, te costaba 112,5 €.  Durante 2015, y de manera transitoria, ayudarnos con la misma cantidad (150 €) te permitirá deducirte, en el ejercicio correspondiente a este año, un 50%; o lo que es lo mismo, ser donante te costará 75 €. Y a partir de 2016, la aportación de 150 € supondrá una deducción del 75%; por lo tanto, ayudarnos a hacer #felicespornarices a nuestros «im-pacientes» ¡sólo te costará 37,5 € al año!

Si realizas donaciones superiores a 150 € anuales, debes saber que, a partir de esa cantidad, te deducirás un 30%, a partir de 2016, frente al 25% que te deducías antes. Y si tus donaciones son prolongadas en el tiempo, al menos 3 años aportando la misma cantidad o superior, te deducirás un 35% en lugar de un 30% a partir de los 150 €.

Como ves lograr la sonrisa de los niños ingresados en los 20 hospitales de España en los que tenemos presencia cuesta cada vez menos. ¿Nos ayudas?

“Fue una tarde que nunca voy a olvidar; los Doctores eran acogidos con ganas y cariño tanto por los niños como por familiares y personal sanitario. Tuve la impresión de que era como cuando nos duele algo y llega el doctor con su botiquín de buen humor y buen hacer. Lo que duele entonces se esfuma, dando paso a la sonrisa, a la risa y a la complicidad. Y esto ocurría ya fuera con bebés, como con niños más mayorcitos y hasta adolescentes, fruto sin duda de poner en ello preparación, ingenio y corazón. ¡Felicidades! Y muchas gracias”. Concha Quintana, socia de Fundación Theodora

Memoria 2014: un año inolvidable

post.next